...pero hay que decir que en el fútbol mexicano hay paternidades que se acrecentan y pesan como un bulto de cemento; simplemente hay que mencionar el número 14, un número que los aficionados del Cruz Azul no quieren ver y mucho menos escucharlo en un grito que sale de la garganta aguardientosa de un aficionado del equipo de Coapa, los cruzazulinos ni siquiera piensan en caminar por las calles de la ciudad, pues en sus mentes solamente ronda la idea de que ahora más que nunca las condiciones estaban dadas para que su equipo rompiera eso que algunos ortodoxos llaman "maldición" y otros preferimos llamar "paternidad" del América; al mismo tiempo recuerdan áquel 4 de mayo del 2003 en que las piernas de Palencia y Cacho, motivadas por el coraje y corazón de un afición que visitaba un Estadio Azteca repleto, les dieron el último triunfo a los fanáticos de la máquina cementera.
Muchos se preguntarán qué paso, otros dirán en qué fallamos, pero les puedo asegurar que los aficionados del Azul no deberían cargar con el peso de un equipo mediocre que no tiene personalidad en los momentos importantes. Lo único que les queda es el consuelo de que haya otra generación - la cual seguramente existirá - que sienta los colores de la playera cementera, que sepa jugarle como grande a un grande y que sus jugadores no estén preocupados por administrar el dinero que ganan y que mucho menos se preocupen por si el cabello se le ve bien durante el juego.
Al América, felicidades por un triunfo que sabe a gloria y al Cruz Azul dos mensajes; el primero a sus aficionados para que no dejen de apoyar y disfrutar el fútbol como lo hacen, el segundo para el equipo: ojalá aprendan la manera de sudar la camiseta como lo hace su propia afición.
... y hablando de paternidades qué tal lo que ocurre con el partido del honor, ese donde ambos equipos son locales, Guadalajara contra Atlas o Atlas contra Guadalajara a fin de cuentas es lo mismo, lo que no es igual es que ya van 5 partidos de forma consecutiva en que los rojinegros no consiguen vencer al rebaño sagrado, con todo y que éstos últimos debutaron a un arquero... por cierto, los goles hasta con la suela del zapato valen igual.
Edgar Omar Ramírez Luckie
eorl87@gmail.com
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